Descripción:
¿Te imaginas vivir en un lugar donde, si no cumples estrictamente con un reglamento, debes morir? ¿O te gustaría ser juzgado por cada acto que hagas y castigado, sin oportunidad de arrepentimiento? Creo que nadie podría vivir en paz. En el Antiguo Testamento se habla de cómo cumplir la ley y hacer sacrificios era el único modo de llegar al Padre (Hebreos 9:19-20). Sin embargo, en su infinito amor, Dios hizo un nuevo y mejor pacto. ¿Sabes cuál es? No fue un pacto de hombres, sino un pacto de sangre, con el que se nos dio acceso a vivir de manera distinta (Mateo 28:50-51). Pero, ¿estamos viviendo conscientes de esa gracia que nos ha dado el nuevo pacto? Esta enseñanza nos recuerda el mejor pacto de Dios con nosotros, pero también hay condiciones que debemos tener presentes. ¡Ten cuidado, escucha atentamente! ¡Cristo viene pronto!